lunes, 1 de junio de 2015

“Hay cambios en el perfil del narcotraficante”: José Luis Montenegro

“Hay cambios en el perfil del narcotraficante”: José Luis Montenegro

En su libro ‘Narcojuniors: Los herederos del poder en México’, el periodista reseña el relevo generacional en el crimen organizado.
Hay cambios en el perfil del narcotraficanete José Luis Montenegro
Los narcotraficantes en México han cambiado. Les siguen gustando los excesos, las fiestas, los autos, la diferencia de hace unos años con ahora es que no escatiman en alardear y presumir su riqueza. En su libro, Narcojuniors: los herederos del poder criminal (Debate), el periodista José Luis Montenegro los rastrea y nos dice quienes son.
¿Cómo nació el libro?
Comenzó con un artículo en mi blog. Recolecté la información a partir de la captura de Serafín Zambada, quien expuso cómo viven los narcojuniors -hijos de los grandes capos mexicanos-, en las redes sociales. Serafín sentía fascinación por el lujo y el poder; potenció una imagen que, hasta ahora desconocíamos de los narcotraficantes. Ahora nos encontramos con gente menor a los 35 años que lidera el Cártel de Sinaloa desde la cúpula y a través del manejo administrativo. A partir de su cuenta de Twitter, me di a la tarea de seguir las cuentas que él seguía. De esta manera, surgió una red que partió de Serafín Zambada, llegó a Ismael Zambada Imperial, continuando por ‘El Liceo’ Castro y se derivaron en los hijos del ‘Chapo’. Resultó ser una red inmensa en las que todos tenían contacto sí.
Se supone que la ciberpolicía tendría que desarrollar investigaciones de este tipo. Si un ciudadano como usted pudo detectar las redes, quiere decir que está a la vista de todos.
Es verdad pero no sé de qué manera se está actuando. Si yo con mis cuentas de Twitter, Instagram y Facebook, pude detectar cómo se manejaban estas actividades en tiempo real. ¿Cómo nos explicamos que las autoridades no hagan nada? No sé de qué manera operan estas fuerzas de inteligencia en México. Si vemos que ‘El chino antrax’ publica fotos desde su Instagram en Dubai y no lo capturan, entonces ¿a qué estamos jugando? Si yo lo pude detectarlos y las autoridades tienen las herramientas y no los han capturado es porque no quieren.
¿El comportamiento de estos narcojuniors es distinto al de sus padres?
Hay cambios en el perfil del narcotraficante. Ya no es el ‘charro’ o el ‘ranchero’ que se dedica al cultivo y tiene esta vestimenta tan característica del sombrero y las botas. Ahora es gente que le gusta vestir bien. Estamos hablando de unos empresarios de la mafia del narcotráfico. Por ejemplo, el ‘Chapo’ Guzmán tenía hasta segundo o tercer año de primaria, Dámaso López Serrano o María Luisa Torres Urrea ya tienen carreras en Administración de Empresas o Negocios Internacionales. Lo que se mantiene es el descaro para mostrar los lujos y la habilidad para corromper a las autoridades aquí y en otros países.
En Facebook se les puede ver sin desparpajo alguno, exhibiendo armas de alto calibre.
Exhiben su poderío y muestran armas que ni siquiera son de uso exclusivo del ejército, son muy sofisticadas. Lanzabombas, cuernos de chivo. Durante la guerra de Felipe Calderón contra las drogas, el Cártel de Sinaloa y los Zetas armaron tanques y autos imposibles de penetrar. En este fenómeno Estados Unidos tiene mucha responsabilidad porque con bajo el amparo de su Segunda Enmienda facilita el comercio de armas.
¿Entre las nuevas generaciones de capos percibe una reconfiguración del mapa del narco?
Sí, a través de los hijos de los capos. Cuando capturaron al ‘Chapo’ Guzmán, muchos se preguntaron quién iba a ser su sucesor. La realidad es que todavía no está porque a quien tendrían que suceder es a Ismael ‘El Mayo’ Zambada que es el verdadero líder. El puesto de ‘El Chapo’ lo ocupan sus hijos. Por otra parte, Dámaso López Serrano junto con su papá Dámaso López Núñez, ‘El licenciado’, están apuntados a ser, si no se les detiene, los líderes de un cártel, ya sea el de Sinaloa o Las fuerzas Especiales de Dámaso, otro cártel en formación. Entre los nuevos líderes figuran también mujeres como María Luisa Torres Urrea y Amelié Torres -esposa de Serafín Zambada-, y Asida Torres.
Solo se puede entender su exhibicionismo, en términos de lujo y armas, mediante la impunidad con que se mueven.
Vemos impunidad, corrupción. Los juniors llegaron a ocupar las posiciones dominantes del narcotráfico. Ahora el Estado tiene vacíos de poder y la dinámica de las organizaciones criminales es delinquir a través de la corrupción y la impunidad.
¿Qué impacto tienen entre los jóvenes las redes sociales de los narcojuniors?
Algunas cuentas tienen más de 10,000 o 40,000 seguidores pero es curiosos porque mucha gente le pregunta a María Luisa Torres Urrea, hija de Javier Torres Félix, “Oye, ¿cómo le hago para unirme a tu cártel? o ¿Están solicitando gente?”. Al ser una dinastía que ha ostentando el poder durante mucho tiempo, es difícil entrar. Los integrantes del Cártel de Sinaloa tienen un vínculo familiar, por lo tanto no permiten entrar a personas ajenas a ellos. Creo que este interés obedece a que se ha normalizado la violencia en México. Me parece que por ahí va la reflexión del libro, me interesa destacar que si los narcotraficantes están en las redes sociales es porque las autoridades no han hecho nada.

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